La semana pasada decidí perder un par de kilos, ahora que se acercan las vacaciones, así que fui a la farmacia a informarme sobre los nuevos productos dietéticos… Me llamaron la atención los de la marca KOT. Allí había desde chocolates, cookies, pasteles y platos gourmet. No parecía para nada comida de régimen. Me explicaron que los platos están elaborados de tal forma que transforman las emociones negativas y el sufrimiento de las dietas, en momentos de puro placer sin ningún tipo de remordimiento.
Un “picoteo inteligente” de alto valor nutricional, índice glucémico bajo (los azúcares a raya) y muy pobre en grasa. Para engañar a nuestro cerebro y nuestro estómago. Porque nosotros somos más inteligentes que ellos…
Por Iván Llorente, Harper's Bazaar.
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