Lo que me da por pensar, realmente, no es quién querría comprarlo (tengo millones de respuestas en mi cabeza; yo misma me he visto tentada a adquirir algún frasco de House of Worth por puro fetichismo)... sino quién lo ha conservado durante tantos años. Si fuera la casa perfumera, es totalmente comprensible (aunque probablemente no lo querrían vender, sino incluirlo en su archivo de maravillas)... pero si la idea surgió de un particular, que lo ha mantenido en su “baúl de los recuerdos” durante tantos años ¡vaya visión de futuro!
Yo, por de pronto, pienso ya en dejarle a mis nietos una golosa herencia en forma de frascos de perfume vacíos. Empiezo ya.
La verdad es que es un frasco precioso.
ResponderEliminar¡Me encanta el frasco! Yo también soy de guardarlo todo, no por lo que pueda valer en un futuro, sino por lo que me evocan
ResponderEliminar¡¡Buen diaaa!!
¡Pues a guardar, a evocar y... a ganar dinerito! :)
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