Aunque no soy una experta en la materia me he animado a colgar este post en el blog de belleza por el simple hecho de que me he quedado tan encantada con el último tratamiento que he probado que quería compartirlo con el mundo.
Para poneros en antecedente os diré que, aunque hace años me reconcilié con la naturaleza de mi pelo (quererlo liso cuando lo tienes rizado u ondulado, o viceversa…), el encrespamiento y la falta de brillo era lo único que me estaba sacando de quicio a día de hoy (seguramente como al 99,9 % de mujeres).
Pues bien, para que vuestro pelo, sea cual sea su forma, recupere ese brillo, grosor y elasticidad perdida, llega a nuestras vidas el tratamiento de queratina. Tan pronto como me enteré de esta milagrosa solución, acudí rauda y veloz al salón Tacha en Madrid…y os aseguro: hay que probarlo para creerlo.
La queratina es una sustancia rica en proteínas y aminoácidos, y lo que consigue tras su aplicación (que se hace pasando cuidadosamente la plancha mechón por mechón, para fijarla mejor) es sellar la cutícula. De ahí el brillo y elasticidad. El resultado es un pelo domado, y –muy importante– saludable y fabuloso.
Mi pelo (que tendía al encrespamiento con un simple paseo en cualquier ciudad costera) fue capaz de resistir tras el tratamiento a climas con humedad del 90%. Unas vacaciones en Miami dan fe de ello. Y chaparrones veraniegos de los que no avisan también.
¿Lo único malo que he encontrado en el tratamiento? Que sólo dura entre 2 y 4 meses. Cuando se acabe ¡Qué dolor dejar atrás el pelo de mis sueños!
Leticia Riestra, estilista.
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